Por Victoria O’Ryan - Fotografía por Gita Buga

¿Sabes la historia del café que tomas todas las mañanas? Para el equipo de Señor K esto es fundamental. Conversamos con Rodrigo Jaeger, gerente general en Señor K para saber más sobre el origen y trazo de este emprendimiento que busca crear una nueva cultura cafetera en Chile. 

¿Quién es el Señor K?

Señor K era un hijo de inmigrantes europeos que, luego de darse cuenta que en Chile no había cultura cafetera, decide viajar por el mundo trazando la ruta de las mejores fincas y rescatando los más preciados granos de café. Hace años lo conocimos y nos hicimos grandes amigos. Cuando él muere deja una agenda donde está toda esta información. En honor a él decidimos empezar este proyecto trayendo todos estos granos que él marcó.

¿Cuál es el proceso del café de Señor K?

Comienza la importación desde las fincas con las que trabajamos, que están en Colombia, Perú, India y Kenia. El café se viene en barco a Chile, tarda entre un mes y medio y dos meses en llegar a puerto de San Antonio o Valparaíso. Luego lo traemos en camión a Santiago, lo pesamos en verde y lo llevamos a Curacaví a la casa de Juan Mario Carvajal. Él tuesta el café y lo devuelve a la planta, reposa 3 o 4 días y de ahí se va al molinillo, se muele y se envasa al instante para asegurar la máxima frescura en el producto.

Nuestro café tiene un tono completamente distinto a los otros. El café se tuesta muy suavecito para realzar al máximo los sabores característicos que trae el grano desde su origen. Generalmente cuando uno quema un café estandariza el sabor, y lo que nosotros buscamos es lo contrario, que cada grano tenga su identidad. Estamos introduciendo algo que es nuevo: un café mucho más fresco con un tostado bajo versus lo que históricamente se ha tomado en chile.

 ¿Cómo llegaron a Juan Mario Carvajal?

Cuando empezamos el proyecto necesitábamos un tostador. Fuimos a Café Cultura, que es una cafetería muy buena que está en Suecia, expresamente a buscarlo, porque conocíamos su trabajo, le presentamos el proyecto y ahí comenzó esta relación. A los 7 meses él se va de Café Cultura y arma esta tostaduría en su casa en Curacaví. Él es el único cafeólogo que hay en Chile y el único juez chileno del campeonato mundial de baristas.

¿Cómo fue la búsqueda del café perfecto para Señor K?

En un comienzo nos reunimos con baristas para saber su feedback. Eso era fundamental, dado que todos nosotros nos estábamos recién introduciendo en el mundo del café. Por mi lado, actualmente ya tengo tres cursos de barista y pruebo distintos cafés todos los días. El control de calidad es constante. Vamos, molemos un poquito de café y testeamos.

¿Cuáles son tus desafíos como emprendedor?

Hasta el momento ha sido hacernos un espacio en el mercado de cápsulas de café, que fue inicialmente donde comenzamos. Es un gran desafío lograr que la gente te dé la oportunidad, pruebe tu producto y tú cumplir con lo que esperan, que tengan la mejor experiencia.

¿Qué es lo que te mantiene motivado?

La recepción que ha tenido la gente, los buenos comentarios y la buena onda de nuestros clientes y las ganas por trabajar e innovar.

Le he agarrado el gustito a lo que es el café de especialidad, que por definición es un producto con una trazabilidad perfecta. Inculcar en Chile la historia de nuestros granos es lo que más me llena. Enseñarle a la gente que nuestro café tiene un sello chileno.

¿Dónde ves a café Señor K en unos 5 años más?

Lo veo muy bien valorado, siendo la marca top de café en Chile, principalmente porque lo que buscamos es conectar a la finca con el cliente final, que el consumidor chileno se de cuenta de todo lo que hay detrás de un café y afine su paladar. Ojalá estar en muchas cafeterías y aportar con los momentos de cada persona  

¿Qué es lo que menos te gusta de este trabajo?

No es lo que menos me gusta, pero sí lo más difícil es seguir siendo el call center. Muchas veces me pillan manejando, hasta en el baño. Nunca dejo de contestar, porque puede ser un cliente que necesita algo (cafeína?) urgente y en este momento del emprendimiento todos son sumamente importantes. Ayer, ahora y siempre.

¿Alguna vez pensaste en renunciar a tu proyecto?

La verdad es que nunca. En lo más mínimo.

¿Qué estarías haciendo si Señor K no existiera?

Yo creo que estaría emprendiendo en otra cosa, este es ya mi cuarto emprendimiento. Antes tuve experiencias con té, botellas infusoras. Toda mi vida he trabajado en esto, nunca he estado en una empresa grande y consolidada. Pretendo seguir este camino el resto de mi vida. Me gusta el desafío que te impone el emprendimiento.

¿Qué es lo que te inspira hoy en día?

El ejemplo que siempre vi en mi casa, de mi papá y mi abuelo. Son personas súper trabajadoras. Las personas que trabajan en la planta, que están de lunes a lunes viendo qué mejorar. El compromiso que ellos tienen me motiva demasiado. El buen equipo es lo que te motiva.

¿Qué consejo le darías a alguien que está buscando un partner?

No mezclar cosas personales y familiares con el trabajo, ser claro desde un principio. Yo personalmente creo que cualquier persona puede ser tu socio independiente de la relación que tengas con ellos, pero siempre hay que ser claro, honesto y leal. 

¿Trabajaste con socios en tus otros emprendimientos?

Sí, trabajé con mi mejor amigo en el proyecto del té. Con las botellas infusoras trabajé solo. Pero finalmente entendí que necesitas a alguien que te complemente, y que te discuta lo que quieres hacer.

¿Qué has aprendido en todo este tiempo con Haciéndola?

El apoyo constante de Haciéndola y el cambio al sistema de Shopify ha sido fundamental en el proceso de automatizar todo, empezar a ver dónde estábamos flaqueando, llevar más al detalle el negocio en e-commerce y empezar a innovar en la plataforma. Antes no teníamos nada de lo que tenemos ahora, no teníamos registros y las ventas estaban bajando. Ahora hemos duplicado las ventas, enfocándonos en cosas como recuperar carritos abandonados y el uso de aplicaciones varias. A parte de eso, Haciéndola te da la posibilidad de formar parte de un grupo donde constantemente se comparte información útil, lo que hace que día a día mejoremos nuestro e-commerce. Lo recomiendo mucho, realmente es muy bueno.

¿Cuáles son tus herramientas favoritas en ecommerce?

Mailchimp, tenemos todo automatizado desde el momento en que una persona entra a la página web y deja su correo. Ahí empieza un flujo donde enviamos contenido amistosamente con los temas del blog para que el usuario empiece a conocernos. Ahora también estamos ocupando Conversio, una aplicación para recuperar carritos abandonados. Facebook proitttt(??), que es para los catálogos que uno ofrece en Instagram y Facebook. Está lleno de aplicaciones que cada una aporta al resultado final que tienes mes a mes. Finalmente empiezas a ahorrar tiempo.

En base a tu experiencia con este emprendimiento y los otros que has tenido, ¿qué errores has cometido y que has mejorado?

En un principio, con mi emprendimiento de té y el de botellas infusoras, subía una foto a Instagram y esperaba que esa foto vendiera sola, sin asignarle público ni ninguna de estas cosas que he aprendido con el e-commerce.

Ahora, el orden ha mejorado mucho. También he agarrado experiencia. A la hora de enfrentar a un cliente le entrego todo mi entusiasmo, para que crea en mi producto y así poder llegar a algo en conjunto.

¿Qué consejo le darías a los emprendedores que están recién empezando?

Hay días que uno piensa que está todo acabado y otros que te vas a las nubes. Un solo correo de un cliente te puede cambiar el mes entero. En un principio las cosas no se nos estaban dando,  pero nunca aflojamos. Nunca perder la cabeza por un día malo, siempre mirar a largo plazo. Siempre va a ser difícil hacerte un espacio en el mercado cuando estás emprendiendo, pero la cabeza no te puede comer. Tienes que estar seguro de tu proyecto y de tu equipo.

¿Cuál es tu canción del momento?

Pumped up de cleengate. (?)